Mujeres ausentes del mercado laboral (2005) - Calendario «No me gustan las manzanas»
“Todo mundo cabe en el Centro sabiéndonos respetar.”
El Calendario 2005, surgió de la idea de Diego Sexto y Pilar Muriedas de proyectar las adversidades y fortalezas vitales de mujeres ausentes del mercado laboral en la Ciudad de México. Mujeres que por muy diversos motivos se ubican al margen de las leyes protectoras del trabajo productivo y que sin embargo se encuentran en plena actividad, reivindicando sus derechos, elaborando proyectos novedosos para vivir con dignidad, aportando sus experiencias y conocimientos a quienes las rodean.
Sus vidas son fiel reflejo de millones de mujeres que la sociedad tendría que valorar y potenciar para salir de la situación tremendamente deplorable en que se encuentra nuestra Ciudad y nuestro país, tanto en el terreno social como en el político. Mujeres dignas, ciudadanas con derechos restringidos que claman justicia y oportunidades con equidad.
Fue muy fácil para Diego y Pilar encontrar a otras personas para unirse a esta iniciativa. Bastó solo una mínima explicación para que Frida Hartz, Mari Carmen Velasco, Aurora Montaño Barbosa, Mario Gutiérrez y Ricardo Morales aceptaran participar, sin honorarios, y enriquecieran la idea original. Conjuntamente se dieron a la tarea de localizar a mujeres protagonistas del Calendario y organizar lo necesario. Tampoco esto fue complicado, encontraron plena disposición de las mujeres para brindar sus testimonios e imágenes. El proceso llevó dos meses de trabajo arduo con placer y entusiasmo creativo.
Lograron el apoyo financiero para la edición y reproducción de organizaciones civiles comprometidas con las causas justas de las mujeres: la Sociedad Mexicana Pro Derechos de la Mujer; Equidad de Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia y Salud Integral para la Mujer.
Otras muchas personas colaboraron también para que las doce mujeres del Calendario tuvieran vida en la pared de una oficina, de un cuarto habitado, de una cocina económica, de un taller mecánico, de una estética, o de cualquier otro lugar con calor humano.
crónica
A las 9 de la mañana de un jueves de septiembre del 2004, se reunieron 12 historias de mujeres en el callejón de Las Vizcaínas del Centro Histórico, para combinarse y abrazarse en fila, en media luna, en círculo; espontáneas, serias, pensativas, contentas, alborotadas, como son las mujeres habitantes de la Ciudad de México.
Transmitieron muchas luces en ese día nublado, algunas de colores, otras blanco y negro, diversos matices por aquellos ojos que embellecieron los pinceles y las sombras de Mario Gutiérrez, como si al recibir esos polvos se quisiera ver la vida con mayor luminosidad o tal vez con menor peso.
Mujeres que transformaron sus cabellos, con las tijeras y la ternura de Diego Sexto, para recordar que son protagonistas de historias propias y ajenas; lucieron vestidos generosamente ofrendados por la tienda de ropa “Madame MIM”, para expresar aliento compartido ante las encrucijadas de su ausencia del mercado laboral.
Ellas se encuentran en medio de la denuncia por la irresponsabilidad patronal; la búsqueda del bien vivir en una ciudad ajena; el entusiasmo de ayudar a sanar a otras; la esperanza de encontrar la justicia en algún lugar de las leyes; el deseo de reencontrarse con los seres queridos al otro lado de las fronteras; la sensibilidad de unos pies delicados que hablan con cualquier movimiento; el placer de cocinar y continuar bailando danzón con los años encima; el ánimo de encontrar pronto un nuevo empleo o poner su propio negocio; la creatividad para escribir y actuar desde la juventud a flor de piel; la alegría de traer en el vientre a un nuevo ser; el anhelo de ser amada y seguir perteneciendo al mundo a pesar de vivir con el VIH-SIDA.
Prevalece en ellas la fuerza de la feminidad que emana de sus cuerpos reconocidos por la lente de una cámara sabiamente disparada por Frida Hartz. Se mantienen firmes sobre el suelo de un antiguo callejón que vibra con los movimientos de quienes ríen estruendosamente, hablan con sigilo y comparten historias íntimas, sin esperar nada a cambio, más que el hecho de palparse como seres que han dado mucho a la Ciudad, a su gente, a su pueblo, a sus Dioses, y que ahora es momento de darse a sí mismas, a su imagen, a su interior, a su inteligencia.
Ninguna preguntó nada, todas se dejaron llevar con aquél gusto que se siente cuando el aire acaricia, recibiendo un regalo especialmente preparado para ellas, y con tal merecimiento lo fueron disfrutando paso a paso. Se sintieron especialmente tratadas por la escucha y escritura de Mari Carmen Velasco quien les hizo recordar que su cuerpo aún vibra y merece ser reconocido.
Sus penas, angustias, corajes, miedos, emociones y voluntades han tomado forma en doce meses continuos cuidadosamente diseñados y plasmados en papel por Ricardo Morales, para no olvidar que su paso por esta vida ha dejado huella, que han trascendido.
Sus historias son motivo para seguir actuando a favor de los derechos y placeres de las mujeres de nuestra ciudad y de nuestro maltratado país.
Muchas personas más ofrecieron sus ideas, conocimientos y esfuerzos para que un día del mes de septiembre en Las Vizcaínas, Marisela, Lourdes, Solange, Argelia, Diana, Pati, Rosa María, Miriam, Lidia, Leonor, Doña Paula y María se tomaran la foto final de nuestro Calendario 2005.
Pilar Muriedas, Maricarmen Velasco y Maricela García
testimonios
créditos y agradecimientos
Fotografía: Frida Hartz
Textos: Mari Carmen Velasco
Peluquería Itinerante: Diego Sexto
Maquillaje: Mario Gutiérrez
Vestuario: Aurora Montaño Barbosa y Tienda de Ropa “Madame MIM” de Semillas
Diseño Gráfico: Ricardo Morales
Productora: Pilar Muriedas
Mil gracias a Maru Chávez y Maru Romero, a Emilienne de León y Aurora Montaño Barbosa, a Tere Mira, a Marisela y Alejandro y a todas aquellas que nos permitieron conocer y conjuntar a doce maravillosas mujeres.
Asociaciones patrocinadoras:
Sociedad Mexicana Pro Derechos de la Mujer (Semillas)
Equidad de Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia, A.C.
Salud Integral para la Mujer, AC (SIPAM)
Madame Mim
Territorios de Cultura para la Equidad