De la Vía Pública a la Vía Láctea, pasando por Pino Suárez
Con trabajadoras del Servicio Público de Limpia Centro Histórico de la Ciudad de México (2009)
Ya llegué con mi escobita
pues es tiempo de aprender
que yo tengo mis derechos
y hoy los vengo a defender.
Corrido «Las mujeres del barrido»
Compuesto por las participantes. Letra completa aquí
Tiempos difíciles para las mujeres de este país. Nos habíamos imaginado abriendo un nuevo siglo repleto de oportunidades en igualdad, en equidad, en plenitud. Y no. (…) Sin embargo, nos inventamos nuevos caminos para que vuelva el ánimo, la esperanza, para confiar en nosotras mismas y en la gente de buena voluntad.
En ese andar, a mediados del año, nos topamos con un grupo de mujeres de la Intendencia del Centro Histórico de la Ciudad de México que limpian calles y banquetas, quitan miles de gomas de mascar, recogen kilos y kilos de colillas, plásticos y papeles, lavan fuentes y plazas, siembran flores y cuidan las jardineras; que barren constantemente los 20 800 metros cuadrados del Zócalo con escobas de mijo y vacían once veces al día los 1200 botes de basura del perímetro. Ellas conviven y comparten estos trabajos de limpieza y mantenimiento con un ejército de hombres, también vestidos de verde y naranja, quienes de día y de noche realzan la belleza del corazón de la República.
Compañeras del barrido se llaman entre sí y así las empezamos a nombrar cuando las conocimos al arrancar el proyecto gozosamente titulado «De la Vía Pública a la Vía Láctea, pasando por Pino Suárez» en el mismo Centro Histórico, a propósito del Año Internacional de la Astronomía.
Queríamos saber quiénes eran, cómo sobrevivían ante tanta adversidad, qué encontraban al barrer con esas miradas ancladas al suelo, invitarlas a mirar hacia arriba, hacia adentro, hacia el universo. Pretendíamos hacer efectivo, aunque fuera de manera fugaz, su derecho humano a la cultura y al goce de las artes. Acudimos a la Autoridad del Centro Histórico del gobierno de la ciudad y sin mayor preámbulo, con suma sensibilidad, confiaron en nuestra propuesta; así fue otorgado el permiso laboral a 40 trabajadoras de la Intendencia para que participaran en las actividades programadas. Ya después logramos conjuntar voluntades, conocimientos y recursos de otras personas e instituciones en torno a esta quimera.
Distantes nos percibimos antes de iniciar: ellas, las más pobres de las pobres, invisibilizadas socialmente. Nosotras, cuatro profesionistas con ciertos privilegios, integrantes de Territorios de Cultura para la Equidad, con el firme propósito de seguir explorando nuevas estrategias para favorecer el ejercicio de los derechos humanos a mujeres con ciudadanías restringidas y con la intención de visibilizar y dignificar el trabajo que realizan muy diversos gremios en el Centro Histórico, patrimonio de la humanidad, según la UNESCO.
Una gran inquietud nos despertaba este proyecto. Sabíamos que sería distinto a las iniciativas de años pasados. Suponíamos que las mujeres llegarían con la tristeza y la rabia a cuestas, que nos representaría un gran reto relacionarnos, que sería complicado romper el hielo.
(…) Sí, las compañeras del barrido tienen mucha rabia por tanta carencia y el poco reconocimiento a su arduo trabajo. Sí, están tristes por las enfermedades que enfrentan ellas y sus seres queridos y preocupadas por la violencia que algunas viven dentro y fuera de sus casas. Sí, también andan en búsqueda de mejores salarios y de justicia aunque denoten desesperanza. Y a pesar de los pesares, desbordan alegría y buen humor, sensibilidad para apreciar las bellas artes, avidez por aprender del conocimiento científico, ingenio para reírse de sí mismas y de los demás. Son coquetas, atrevidas, desinhibidas; las menos, serias y reservadas. Son amorosas, abrazan y acarician con facilidad. También son muy cabronas con quienes las ofenden y desprecian. No se tientan el alma para decir verdades con palabras altisonantes que todo mundo entiende.
Con nosotras fueron muy amables desde el primer encuentro, divertidas, respetuosas. Nos abrieron el camino para la integración y la convivencia, nos volvimos cómplices.
Visitamos museos, paseamos en el tranvía turístico y en los ciclotaxis ecológicos, participamos en talleres de danza, música y escritura, fuimos al teatro, a la cantina y a la UNAM.
Llegamos al final de nuestros encuentros semanales con montones de risas y lecciones de vida que seguramente guardaremos en nuestros corazones.
Adaptación del prólogo de Pilar Muriedas
para la publicación “De la Vía Pública a la Vía Láctea, pasando por Pino Suárez”
publicación
Territorios de Cultura para la Equidad, A.C. y Fuga Espacio Alternativo, A.C.
Coordinación general: Pilar Muriedas
Investigación: Yanina Ávila
Edición: Maricarmen Velasco
Gestión: Aurora Montaño Barbosa
Selección, edición y adaptación literaria de textos escritos por las compañeras del barrido: Pere Perelló y Maricarmen Velasco
Fotografía: Guadalupe Velasco Ballesteros (1), Pedro Hiriart (2) y Carlos Alfaro (3)
Diseño gráfico: Silvia Olvera /Alfil Diseño, S. C. Primera edición, 2009
No son güeras ni miden un metro noventa. Aunque llevan escoba, no vuelan. No son invisibles -aunque lo parezca-. No tienen rayos x en los ojos, pero su mirada es capaz de discernir todos los matices del suelo y del cielo, si les dejan-.
(…) Día tras día, tarde tras tarde, noche tras noche, desde Neza, Ecatepec, Xochimilco… micros, metros y troles transportan los sueños, preocupaciones, alegrías y pesares de estas mujeres hasta la esquina de Balderas con Artículo 123; donde tras enfundarse sus uniformes y compartir algunos minutos de plática con las compañeras, iniciarán su jornada de 7 horas a lo largo y ancho de las calles, plazas, fuentes y jardineras del Centro Histórico.
La mirada pegada al piso, atenta al recio vaivén de sus escobas de mijo sobre unas piedras y un asfalto que condensan a un tiempo la basura y las huellas de la cotidiana e incesable efervescencia de la vida. Cada una en su tramo, saludando, acaso intercambiando algunas palabras, con la policía, con la oficinista o con el indigente que ha hecho de ése también su espacio. Se detendrán media hora para almorzar, y así, con la panza satisfecha -si ha sido día de suerte- reemprenderán de nuevo su faena hasta que llegue la hora de regresar a la esquina de Artículo 123 con Balderas. Después: micros, metros, troles… la cena, el desayuno, los hijos, los nietos, el padre, el marido, los suegros, los trastes, la ropa sucia… Y quincena tras quincena la cada vez más difícil aritmética de la división por la que apenas 1.300 pesos deben multiplicarse entre las urgencias de la renta, la comida, el transporte…
Paso a paso, ellas se hacen visibles porque desde su injusta invisibilidad su quehacer hace posible que el Centro Histórico luzca en todo su esplendor; también se hacen conscientes de sus derechos, de sus poderes, de su poder: descubren que el museo es algo más que un lugar donde satisfacer una urgencia vesicular, es un lugar al que tienen derecho a acceder, en el que ver, mirar, admirar y aprender; que pueden pasear, ociosas y despreocupadas, por esas mismas calles que ellas barren, sin prisa, a pie, en tranvía, en ciclotaxi, como si fueran turistas; y que más allá del sue- lo se alza el cielo, repleto de estrellas donde los ancestros leyeron los trazos de un destino que hoy ellas reconocen como suyo, como fruto exclusivo de sus sueños y anhelos tornados voluntad.
Adaptación de «De carne y hueso» de Pere Perelló i Nomdedéu
de la publicación “De la Vía Pública a la Vía Láctea, pasando por Pino Suárez”
contexto
emplead@s de la Intendencia del Centro Histórico
están adscritos al área de limpia
veces al día barren manualmente las calles del primer cuadro
veces al día vacían
botes de basura
%
de la plantilla laboral de la Intendencia son mujeres y sus necesidades específicas han sido ignoradas
En el proyecto “De la Vía Pública a la Vía Láctea” estamos trabajando con mujeres del servicio de limpia porque desarrollan un trabajo totalmente desprovisto de prestigio, el fruto de su trabajo beneficia a mucha gente quien lo disfruta sin darse cuenta de las condiciones de las personas que trabajan para ello. Son mujeres con muy limitada gratificación y reconocimiento de la ciudadanía.
Se desarrolla en el Centro Histórico (CH) en dónde conviven diversos actores representativos de la población capitalina, algunos invisibilizados por la sociedad y que sin embargo garantizan la sustentabilidad de este importante territorio, como es el caso de las trabajadoras del servicio de limpia.
La labor de la limpieza de las vías públicas del CH es compleja pues implica el trabajo manual de muchas personas así como la inversión pública para el equipamiento tecnológico necesario.
Nuestro proyecto servirá para visibilizar el trabajo que realizan estas mujeres, difundiendo las condiciones laborales y de vida en familia -con voz y rostro- y con ello realizar cambios en las conciencias y actitudes de la gente particularmente de la población que circula por el Centro Histórico.
De manera directa estamos construyendo esta iniciativa con 40 trabajadoras del servicio público de limpia del Centro Histórico a través de recorridos por museos y recorridos así como con talleres de expresión vivencial.
El abordaje de este proyecto se enmarca en la celebración del Año Internacional de Astronomía, como pretexto disparador para desarrollar acciones de participación ciudadana que favorezcan expresiones culturales para el diálogo y la construcción de puentes entre diversos sectores de la población y organizaciones de la sociedad civil como generadoras de esos puentes.
Para el desarrollo del proyecto contamos con el apoyo de la Autoridad del Centro Histórico así como el involucramiento del Intendente de Obras Públicas, Arq. Ricardo Jaral.
Conoce los objetivos de este proyecto
Objetivo general
Contribuir a la construcción de una cultura de diálogo con trabajadoras del servicio público de limpia y la población para el resguardo medioambiental, el desarrollo del patrimonio y el disfrute del Centro Histórico de la Ciudad de México, en el marco del Año Internacional de la Astronomía.
Objetivos específicos
- Favorecer el acceso al conocimiento y recreación de la historia, las artes y la ciencia a trabajadoras del servicio público de limpia, como parte del ejercicio de sus derechos humanos.
- Divulgar las condiciones de género y el papel que juegan las mujeres trabajadoras del servicio público de limpia en las políticas medioambientales y de resguardo del Centro Histórico de la Ciudad de México.
- Promover la corresponsabilidad entre el servicio público de limpia y la población para la sustentabilidad del medio ambiente, el desarrollo y disfrute del patrimonio cultural de la Ciudad de México.
actividades
cortometraje
Lemniscus, Lo Incierto del Infinito
Leminiscus trata de un Ser que ha estado recorriendo el infinito. Invisible para todos, contempla y analiza una sociedad alejada de la luz. Georgina, una barrendera del Centro Histórico de la Ciudad de México, logra ver a ese Ser extraño. Ambos realizan un simple viaje del suelo a las estrellas.
Protagonistas: Evans Cadet y Georgina Espinoza
Dirección: Emilio Huarte
Producción: Axel Y. Didriksson/Green Films
Música: Daniel Negrete
Edición: Altan Clua
Voz en off y cánticos: Evans Cadet
Fotografía: Rodrigo “Rocco” Rodríguez
Fotografía fija: Guadalupe Velasco Ballesteros y Pedro Hiriart
Guión: Emiliano Huarte y Axel Y. Didriksson
Diseño de portada: Silvia Olvera/Alfil Diseño, S.C.
Agradecimientos especiales para:
Las trabajadoras del servicio público del Centro Histórico
Alejandra Moreno Toscano
Autoridad del Centro Histórico
Intendente Arq. Ricardo Jaral y CP Lourdes Ramírez de la Intendencia del Centro Histórico
Carmen Gaitán, Directora del Museo Mural Diego Rivera
corrido "las mujeres del barrido"
¡Que bonito luce el sol…
cuando despunta la aurora!
Ya llegué con mi escobita
pues es tiempo de aprender
que yo tengo mis derechos
y hoy los vengo a defender.
Ya salí de la intendencia
invitada a conocer
otros mundos y otras ciencias
con conciencia de mujer.
¡Que bonito luce el sol…
Comienza el día a las siete
con esta ardua labor
de lavar la pinche fuente.
Resbalón tras resbalón
nos rompemos el hocico
y no hay pa’ cuando acabar.
Ya nos tiene hasta la madre
cada vez que aquí nos manda
el mentado señor Max.
¡Que bonito luce el sol…
Me gusta barrer las calles
aunque la gente no quiera
y aunque me ensucie la ropa
he de barrer a cualquiera.
Mi cargo es supervisar
que las calles queden limpias
¡cada quien a su lugar
y ¡ay de quien no lo haga en chinga!
¡Que bonito luce el sol…
Una mañana de invierno
me dice el supervisor:
“vete a barrer esa calle
que se llama El Salvador”,
Cuando estaba levantada
la basura que barrí
pasó la gente tirando
más basura por ahí.
¡Que bonito luce el sol…
De Reforma a san Juan de Letrán
vengo barriendo y sudando
y ya llegando a donceles
que me sorprende un balazo:
¡ay mi brazo cómo duele
todo él viene sangrando!.
¡Que bonito luce el sol…
Mi calle es Corregidora
porque me porto muy mal
y aunque el polvo de mi escoba
pueda a alguno molestar,
voy a barrer la Alameda
sus corredores y fuentes,
y vaciar las papeleras
con sus olores tan fuertes.
¡Elote, cebolla, memela…!
¡Que bonito luce el sol…
De la calle Dolores,
cielito lindo,
no hay más que un paso,
ahora que ando barriendo,
cielito lindo, base reclamo!
De la calle Dolores
cielito lindo
no hay mas que un paso,
ahora que ando barriendo
cielito lindo ¡dame un abrazo!
COMPOSITORAS: Alejandra Sánchez Estrada, Ana María Puga Moreno, Anselma Cruz Matías, Araceli Millán Gutiérrez, Carolina Gloria Pérez, Delfina Sánchez Morales, Delia Hernández Rubio, Dolores Vargas Camacho, Gabriela Ibarra Zavala, Georgina Espinoza Ruiz, Gloria López, Graciela González Aguilar, Gregoria Hernández Pérez, Hortensia Contreras Ruiz, Irma García Carrera, Julia Zúñiga Ramos, Luz Ma. Rodríguez Espinoza, Ma. Concepción Acevedo Zamora, María Consuelo Garfias Cruz, María Consuelo Orozco García, María de Jesús Hernández Rubio, María de Jesús Marín Soto, María del Rocío Flores Espinoza, María Elena Cruz Santiago, María Eugenia Martínez Martínez, María Guadalupe Salazar García, María Juana Garfias Cruz, María Luisa Olguín Sánchez, María Teresa Hernández Cid, María Teresa Lira López, Margarita Adame Flores, Marisela García Pineda, Martha Hernández Huerta, Raquel Vázquez González, Rutilia Balderrama Méndez, Silvia Concepción Rodríguez Carrillo, Teresa Merino Martínez, Teresa Miranda Salgado, Yadira Pacheco González. (Trabajadoras del servicio público de limpia de la Intendencia del Centro Histórico)
MÚSICA: Margarita Cruz
ARREGLOS: Agustín Reyna y Ramón Sánchez
EDICIÓN: Pere Perelló y Maricarmen Velasco
créditos y agradecimientos
Nuestro sincero reconocimiento a todas las personas e instituciones que colaboraron generosamente para llevar a buen puerto las diversas actividades del proyecto «De la Vía Pública a la Vía Láctea, pasando por Pino Suárez»: visitas guiadas, recorridos, talleres, el presente libro, así como el cortometraje en video «Lemniscus, Lo Incierto del Infinito» y las jornadas «Fluxus-Arte-Diversión» en la calle de Regina.
Instancias gubernamentales
Autoridad del Centro Histórico
Intendencia del Centro Histórico
Ex Teresa, Arte Actual
Secretaría de Desarrollo Social del DF
Dirección de Igualdad y Diversidad Social del DF
Instituto de Ciencia y Tecnología del DF
Fideicomiso del Centro Histórico
Museo del Estanquillo
Secretaría de Cultura del DF
Recintos culturales
Museo del Templo Mayor
Museo Mural Diego Rivera
Embajada de España/Centro Cultural
de España en México
Museo de las Ciencias, Universum
Mirador de la Torre Latino
Compañía Arte El Milagro, AC
Agencias de cooperación internacional
UNIFEM-México, Centroamérica,
Cuba y Santo Domingo
Centro Cultural de España en México
Oxfam México
Talleristas
Solange Lebourges,
Ballet Teatro del Espacio
Marisa Belausteguigoitia y Arelhí Galicia, Programa de Estudios de Género de la UNAM
Ángeles Suárez y Marielle Picó, Río Abierto, AC
Margarita Cruz, cantante y compositora
Pere Perelló, escritor
Paseos en transporte
Tranvía Turístico de la Secretaría de Cultura-DF
Autobuses de la Red de Transporte de Pasajeros del Distrito Federal.-RTP
Ciclotaxis ecológicos del Centro Histórico
Iniciativa privada
Restaurante Al-Andaluz, calle Mesones del Centro Histórico
Apoyo logístico
Argelia Ballesté, Tania Roldán y Chef Hidemi Fuziwara